Cuando nuestras mascotas parten

    Hace algún tiempo, no demasiado... intentamos criar viejo pastor inglés, una hermosa raza de perros dulces y con un manto impresionante.. son muy simpáticos, alegres, perceptivos, obedientes... pero con una pasión irresistible por ensuciarse.

   No nos fue posible en aquella época encontrar cachorros inscritos, así que compramos cachorros no inscritos pero con padres muy típicos de la raza. Nuestro interés era tratar de rescatar la raza, sabíamos que no habían camadas inscritas en Chile y que en su país de origen eran también escasos. Por eso decidimos ir conociendo la raza y partimos con estos perros nos inscritos. Danna y Ron alcanzaron a tener una camada, antes que nos diéramos cuenta que era imposible para nosotros mantenerlos limpios en una parcela. Algunos de esos cachorros los vendimos, otros los regalamos y queríamos quedarnos con uno, un cachorro simpático con la mitad de la cara blanca y la otra negra, por lo que le pusimos Yin Yang.

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El es Ron, nuestro viejo Pastor Ingles, ahora al cuidado de nuestro hijo mayor.

    Elizabeth estaba realmente enamorada de ese cachorro..  Un día llegamos a casa y Yin Yang estaba decaído, tenía diarrea abundante y noto después que esa diarrea era con sangre... empezamos a hidratarlo, llamamos al veterinario pero nuestro cachorro parecía no responder a nada... súbitamente empezó a convulsionar, su respiración se detuvo y su corazón también.. sin que pudiéramos hacer nada para impedirlo.

   Yin Yang falleció en los brazos de Elisabeth, mientras nuestros hijos no lograban aceptar que hubiese partido. Después tratamos de entender ¿Qué había pasado?, notamos en el patio restos de hojas de filodendro, y sólo en ese momento nos enteramos que la planta es tóxica. En pocas palabras al ser ingerida formas cristales que hacen pedazos el instestino y además produce una disminución rápida y severa del calcio en el organismo de pequeños animales, mineral fundamental para el correcto funcionamiento del sistema nervioso... Su cerebro no lo toleró, por eso la convulsión y el paro cardiorrespiratorio.

Close- up of a monstera leaf

Filodendro, esta fue la planta asesina

  Más allá de que si hubiésemos estudiado las plantas que son tóxicas para mascotas, podríamos haber evitado su partida, el dolor de perder una mascota antes de tiempo es mayor del que se podría pensar para quién nunca lo ha vivido, por eso cuando nos enteramos de que alguno de nuestros cachorros, viviendo ya con sus nuevas familias, enferma de algo, siempre nos alerta y nos angustia... y entonces la pregunta: ¿Pudimos haber hecho algo como criadores para evitar este dolor a sus nuevos amos?

Responsabilidad del criador

   Entregar un cachorro a una familia que lo anhela es mucho más que vender un producto, aunque la ley establece que el perro es bien mueble, todos los que hemos tenido mascotas sabemos que los lazos que se generan pueden ser muy profundos, por eso, como criadores debemos procurar entregar perros sanos a nuestros clientes. ¿Pero como podemos acercarnos a la certeza de la salud en nuestras mascotas?

Que se puede prevenir y que no

   Los seres vivos pueden enfermar y fallecer por distintas causas, algunas de ellas se pueden evitar, otras no. 


  Hay enfermedades que son heredables, es decir transmitidas genéticamente de progenitores a descendientes, muchas veces estas enfermedades están asociadas a razas en particular. Aquí es clave que el criador se asegure que los padres son sanos y  ojalá libres de la portación de enfermedades genéticas  propias de la raza. Esta tranquilidad la pueden dar algunos exámenes (lamentablemente muchos de ellos no disponibles en Chile), la salud de camadas previas (es importante hacer seguimiento) y los datos de salud de los ancestros. Nosotros hasta el momento no tenemos casos de enfermedades hereditarias que hayan aparecido en nuestras camadas, pero con el apoyo de nuestros clientes estamos siempre alertas.


   Otras enfermedades se pueden prevenir mediante vacunas, las que se deben administrar con cierta periodicidad. El criador debe entregar a sus cachorros con esquemas de vacunas al día, y en eso somos muy estrictos, pero las familias que acogen a cachorros deben también ser estrictos en la administración de vacunas, y en evitar exponer a los cachorros pequeños (normalmente con dos dosis de vacunas) a perros no vacunados antes de la tercera dosis que debe ser administrada por el nuevo dueño.


     La adecuada nutrición de la madre y de los cachorros son también elementos importantes en la prevención de enfermedades.


    Hay otras situaciones más complejas en las cuales los criadores podemos hacer algo pero sin garantías de éxito; son enfermedades multifactoriales, que no dependen sólo de la genética o los cuidados; entre ellas la más frecuente por sus repercusiones y frecuencia es la displasia de caderas. Aquí lo máximo que podemos asegurar es que los padres de los cachorros son libres de displasia y que los cachorros son criados sobre superficies no resbalosas.  


    Otras aspectos relevantes tienen que ver con la salud mental de los cachorros y futuros perros adultos. Animales excesivamente temerosos pueden presentar problemas de conducta en forma de agresividad que no tiene que ver con dominancia sino con una inadecuada socialización. Este es aun capítulo muy importante, habitualmente olvidado pero que para nosotros es de gran importancia y que trabajamos sistemáticamente.

   Entregar información a las familias para evitar exponer a los cachorros a riesgos como el que se llevó a Yin Yang de nuestro lado es parte de los queremos hacer con este blog (de corazón te recomiendo revisarlo de vez en cuando) 

   Lamentablemente hay un mundo de otras situaciones que pueden comprometer la salud del cachorro en las cuales los criadores no tenemos nada qué hacer. Entre ellas los accidentes,  la mayoría de las infecciones, el cáncer, etc

Vivir el duelo en familia

   Lo más importante es prevenir la partida precoz para ello es importante adquirir un cachorro de un criador responsable, para minimizar el riesgo de problemas hereditarios, trastornos conductuales, mala nutrición, y en el hogar asegurar que se mantenga una adecuada nutrición del cachorro, mantener el calendario de vacunas, controles veterinarios, etc. 

   Pero aún así, siempre es posible vivir la partida precoz de una mascota, o la partida por vejez que es igualmente penosa. 


      ¿Cómo vivir este proceso?... no hay recetas infalibles, especialmente para los adultos que hemos crecido negando la muerte y viviendo el mito de la vida eterna sobre la base de los avances de la medicina (bueno, este es otro tema). 


Si pudiera aportar algo en este punto seria recomendarles:


-  Sentir la pena con naturalidad: La muerte de una mascota debe vivirse sintiendo la pena que genera, no negándola, y si hay niños es aun mas importante enseñarles que es normal que nos de mucha pena pero que eso no debe detener nuestras vidas. Explicarles que la muerte es triste para nosotros porque los extrañaremos, pero que es normal, parte del ciclo de la vida (hay muchas películas infantiles para trabajar esta idea)


- Ritualizar la muerte: Recomiendo sinceramente vivir en familia un ritual de despedida que les haga sentido como familia, no importa en que consista, pero que les permita vivir una despedida juntos


- Superar el temor a volver a tener una mascota: Entender el tema del ciclo de la vida y la naturalidad de la muerte implica no temer volver a amar y cuidar una nueva mascota, esto es especialmente importante para los niños, pero nosotros también nos beneficiamos de no temer volver a querer otra mascota. Para apoyar a las familias que han recibido uno de nuestros cachorros y lo han perdido precozmente, y deciden que su nueva mascota vuelva a ser un perro, tenemos una política de subvención y facilidades para adquirir un nuevo cachorro en estas circunstancias